La sociedad tiene lo que va de finales del siglo XX y principios de este siglo XXI de estar en constante crecimiento tecnológico, una expansión que se ha visto bastante acelerada en los últimos 30 años aproximadamente y en los que hoy en día conecta al internet a dos tercios de toda la población mundial.

Los inicios del Internet de las cosas vienen del año 1982 donde se activo la primera cosa conectada al internet «Una máquina de refrescos» posteriormente en 1990 «Una tostadora» y en 1999 el profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), Kevin Ashton dio una conferencia donde hablo un poco del tema. Pero no sería hasta el 2009 donde Ashton hablaría amplia y públicamente del IoT (Internet de las Cosas) a través de un artículo titulado: That “Internet of Things”.

¿Para qué sirve el Internet de las Cosas?

Cuando hablamos de IoT nos referimos a un grupo objetos físicos, con microprocesadores y sensores integrados, de capacidad de análisis, control y automatización, y otras tecnologías que complementan y que son capaces de conectarse e intercambiar datos con otros dispositivos y sistemas como el machine to machine (M2M) a través del Internet, Bluetooth o alguna red de comunicación especifica sin la necesidad constante de la interacción humana, y así la conectividad ya no sería exclusiva para los ordenadores y móviles.

Hoy en día podemos identificarlo como el concepto del «Hogar inteligente o IoT doméstico» donde lo conforman aparatos como dispositivos de iluminación, termostatos, e incluso electrodomésticos, sistemas de seguridad como cámaras o alarmas que pueden controlarse a través de mandos asociados que engloban ese ecosistema, como podrían ser los móviles o altavoces inteligentes.

Todo esto serviría poder ahorrar tiempo, mejorar la eficiencia del día a día, controlando a distancia o ya sea dejando configurado desde el móvil algún robot o aparato que limpie la casa automáticamente, alguno que administre la energía, el suministro de agua, para poder obtener un aprendizaje automático y crear mejores experiencias para todos los usuarios.

Si bien en la actualidad ya estamos familiarizados un poco con estas funciones, desde el Bluetooth que nos sirve para poner canciones desde nuestro móvil al coche, asistentes como Alexa de Apple y Siri de Google, hasta algunas aplicaciones o dispositivos M2M que nos facilitan el acceso y nos ayudan a controla igualmente desde nuestro móvil.

Ejemplos de IoT:

  • En el IoT domestico encontraríamos a los electrodomésticos
  • En Infraestructura y transporte, podría ser ecosistemas tanto naturales como urbanos
  • Sector empresarial e industria
  • Medicina y Salud, donde se pueden implementar sistemas que puedan monitorear la salud de personas mayores, en los hospitales se logre colocar camas inteligentes que contabilicen la disponibilidad de las mismas, entre muchas cosa más.
  • Educación, logrando que el sistema de aprendizaje sea adaptativo y para los docentes menor carga de trabajo.

Beneficios del IoT

La creciente expansión de los dispositivos va creando oportunidades para obtener información, datos valiosos de forma más eficaz y eficiente, nosotros podríamos contar, monitorizar y localizar todo a nuestro alrededor, de esta manera se reducirían increíblemente el tiempo, gastos, pérdidas y costes en cualquier ámbito, es decir, aplicándolo tanto para los consumidores, las empresas he infraestructura.

Otras de sus ventajas serían:

  • Es que los procesos serian mas sostenibles
  • Tendríamos comunicación con el entorno directo.
  • Menor consumo de energía

Si no fuera por los avances no podríamos imaginar la posibilidad de manejar los objetos de forma remota para que estos realicen sus funciones.

Ahora bien, con la llegada de la red 5G y su acceso más veloz y extenso a la red así como la computación en nube harán trascendental el IoT, ya que hará posible la transmisión en grandes volúmenes y en tiempo real, si bien se trata de una tecnología que se puede implementar en infinidad de sistemas y dispositivos.

Por otro lado con la creación de la criptomoneda IOTA del 2015 (la criptomoneda de Internet de las cosas) que es una plataforma de facturación que busca que todos los sistemas conectados al IoT puedan realizar pagos automáticos y de esta manera todos aparatos electrónicos y objetos con acceso a la red formen una sola red centralizada con la que puedan recopilar y procesar datos, convirtiéndola en una gran herramienta que promete seguridad para que no nos topemos con fraude ni manipulación.

Por otro lado, después de este crecimiento tecnológico hay preocupaciones sobre los riesgos de este avance, sobre todo cuando se trata de privacidad o de la seguridad, ya que los espacios o datos privados se pueden abrir a espacios públicos, también hacerle frente a el probable desarrollo de cientos de aplicaciones que seguramente surgirán. Por lo que se está trabajando en darle una respuesta, medidas para solucionar, como por ejemplo el desarrollo de normas internacionales y locales que regulen y controlen el buen uso y enfoque del Internet de las cosas.

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